Alquiler de ceremonias II

En esta ocasión escribiré un poco más sobre todo lo que he pensado acerca de las misas a las que he asistido.

Por ejemplo, alguna vez se han preguntado por que cuando solicitas una ceremonia en tal o cual iglesia y te cobran siguen pasando la charola de las limosnas, si se supone que es tu tiempo en la iglesia y tu alquilaste al padre también pues como que las limosnas deberían de ser para ti.

Otra cos que me ha hecho pensar es el hecho de que te estén haciendo pararte, sentarte y arrodillarte a cada rato, por que no hacen todo por parte, primero que digan todo lo que tienen que decir mientras estas parado, después ya que te dejen sentar todo lo que sea necesario y por ultimo ya que te hinques, se supone que la gente va ahí a alimentar el espíritu no a hacer sentadillas, ya que si la intención fuese tener una comunidad católica más esbelta o con mejor condición física pues podrían cambiar todas las bancas por bicicletas estáticas y que todo el mundo haga spining mientras escucha la misa y en lugar de las limosnas todos paguen su membresía como en el gimnasio.

Ahondando un poco mas en mis reflexiones, alguien se ha preguntado por que los sacerdotes tienen que utilizar esas sotanas, para nada parecen ser frescas, y con esto del calentamiento global pues no tengo idea de cómo soportan todo eso, con razón cobran tanto por una boda, si es que hay sacerdotes delgados seguramente no es por que no coman bien o por que hagan mucho deporte, seria difícil no ser delgado utilizando tanto tiempo esos saunas portátiles que llaman sotanas, y además con su bufandita.

Por ultimo ya que mencionamos algo de las tarifas, solo mencionare un par de cosas que había omitido, no se por que las ceremonias pueden ser tan costosas, si ni pagan impuestos, reciben limosnas, ¿en que podrían gastar?, ¿en el vino?, pues quizá, pero si ellos se acaban casi media botella con los tragotes que le dan cuando llaman a comulgar, para finalizar, de lo que he escuchado las ceremonias mas costosas son las bodas, pero queridos sacerdotes, deberían pensar en todos los gastos que ya ha hecho la feliz pareja, sean concientes y donen una parte se lo obtenido en las limosnas para aligerar los gastos de los recién casados.