miércoles, 3 de junio de 2009

Gritando

En un recóndito lugar de la tierra, al que la gente no suele llegar no solo por la lejanía sino por que realmente no hay nada a que ir, vivió un hombre común, no muy distinto a cualquier otro. Despertó un día igual que todos los demás, el cielo no era muy gris ni particularmente azul, pero algo en el era distinto, tenia un enorme sentimiento en el pecho que lo inundaba como nunca antes algo lo había hecho, era mas grande que cualquier palabra que conociera, mas incluso que cualquiera que se haya escrito hasta entonces, y era tan grande e incontenible el sentimiento que subió al punto mas alto del recóndito lugar y grito con tal fuerza que se quedo sin aire, grito tan fuerte que desfalleció y aun inconsciente siguió gritando, lo hizo con tal potencia que se escucho a kilómetros de distancia, a lo lejos podía escucharse ese grito, que podía arrancar cualquier prejuicio de la cabeza y herida del corazón de quien estuviera cerca, como un hermoso canto que llenó de gozo el corazón de las personas que tuvieron la dicha de escucharlo. Grito tan fuerte que desapareció, se disperso, se hizo uno con el viento, llego a lo largo y ancho del mundo y atravesó los tímpanos de millones de personas para, finalmente, quedarse a vivir en sus corazones.