miércoles, 29 de agosto de 2007

El mentiroso

Dicen que hace mucho tiempo, como seis meses o un año, existió un hombre que mintió como jamas nadie había mentido. Parecía un sujeto normal, gustaba de la ciencia, el arte y la literatura, sin llegar a ser un prodigio en ninguna de ellas, tampoco era un experto en el arte de mentir, incluso cuando sus mentiras comenzaron a rayar en lo patológico nunca fue particularmente hábil e ingenioso. En un principio este personaje mentía como cualquier otra persona sana, alguna que otra historia ficticia para justificar sus faltas, entiéndase falta como estupidez flojera o ambas, pero como una bola de nieve las mentiras que arrojo fueron creciendo irremediable e innecesariamente, hasta el grado en que no podía terminar una frase sin que la mitad de las palabras que de su boca saliesen no fueran mentiras.
Al principio intento mantener cerca al mayor numero de personas posibles para que lo admiraran, cosas por la cual se quedo solo con un puñado de acompañantes cuya única razón para no rebuznar es no saberse la tonada. En fin, este personaje se convirtió en uno de los mayores mitómanos que hayan existido, tanto que en un tiempo de su vida el único que sabia cuando decía la verdad era el, cosa que muy pronto dejo de hacer, convirtiendo en todo lo que salia de su boca en una gran mentira. Cualquiera habría creído que un día las mentiras lo harían tocar fondo pero aun que lo toco para el no fue suficiente llegando al extremo en que cualquier cosa que de su boca saliera seria aun que fuera verdadero se convertiría en algo falso o por lo menos falso dentro de los limites de sus posibilidades, así fue que una lluviosa tarde de agosto al encontrarse a un viejo amigo al cual le había perdido la pista inicio la siguiente conversación:
Hola caon, que gusto me da verte- decía el mientras mantenía su cara brillosa y alargada que reflejaba totalmente lo contrario.
Pues ya ves, no te había encontrado desde que me invitaste a tierra de vinos y no llegaste.
Perdón, un abrazo- Decía sin apenarse demasiado y sin dar el abrazo ofrecido.
¿Y como has estado?
Muy bien gracias- mientras comenzaba a toser fuertemente y su semblante cambiaba por el de alguien dañado y maltrecho no solo mentalmente.
Teníamos tanto tiempo sin vernos, yo hasta creí que habías muerto
No, claro que no- y al terminar de decir esto no pudo evitar mentir una vez mas y morir irremediablemente.

lunes, 20 de agosto de 2007

Dialogo con un empleado de una tienda de impresoras

Todo comienza después de haber comprado una impresora sin preguntar antes por la garantía.

- Disculpe, ¿Cuánto tiene de garantía la impresora?

El empleado voltea de reojo y sigue buscando algo en la computadora.

- ¡Oiga!, ¿qué cuanto tiempo tiene de garantía con mi impresora?

- Directo con el fabricante.

- ¿Como?

- Si, cualquier falla la lleva directo con el fabricante.

- ¿Entonces si me llega a salir mal tengo que ir directo con el fabricante?

- Si.

- ¿Entonces si en este momento llego a mi casa y la impresora esta defectuosa tengo que ir directamente con el fabricante?

- Si, así es.

- Pero si en cualquier tienda dan cierto tiempo de garantía.

- Si, un año, ¡con el fabricante!

- Oiga pero en todos lados danos meses, un par de semanas por lo menos para poder cambiarla en la tienda en caso de que resulte defectuosa.

- Pues aquí no.

- Pero eso es un abuso.

- Mmmmm- balbucea el vendedor mientras encoge los hombros.

- Entonces por lo menos pruébela.

- Pero viene sellada, llévesela, va bien.

- Y yo que garantía tengo de que es así.

- Un año de garantía.

- ¡No!, que a mi quien me asegura que esta bien la impresora.

- Viene sellada.

- Eso ya me lo dijo pero quiero saber que hago si resulta defectuosa.

- La lleva con el fabricante.

- Entonces si llego a mi casa y sale mal la voy a tener que llevar hasta donde el fabricante tiene sus oficinas en lugar de venir aquí donde la acabo de comprar.

- Si.

- ¿Entonces tendré que llevármela hasta quien sabe donde si resulta defectuosa?

- Bueno, esta aquí cerca.

- ¿Y que le cuesta entonces darme la garantía y aceptarme la impresora si sale defectuosa?, es lo que hacen en cualquier negocio, cambian el producto y dan uno nuevo si este sale mal en pocos días.

- Lo que pasa es que si yo se la acepto el fabricante me hará esperar alrededor de tres meses para arreglarme la impresora.

- ¿Me esta usted diciendo que si mi impresora resulta defectuosa hoy, el día en que la compre, tendré que esperar tres meses para poder utilizarla?

- Si.

- Oiga no, este es un abuso, regréseme mi dinero.

- Trae garantía de un año… con el fabricante.

- Oiga, por lo menos pruébeme que si sirve.

- Viene sellada.

- Regréseme mi dinero.

- Pero es que, es que, es que, ahh si, se tira el toner si se la pruebo, yo se la pruebo pero cuando se la lleve se le puede tirar el toner y su impresora quedaría toda manchada de adentro.

- No importa

- Mmm- no dijo nada mas y se quedo callado.

- Oiga déme mi dinero entonces.

- ¿Pero por que desconfía?, usted ya esta diciendo que va a salir mal y no sabe, mire llévesela, viene sellada, si tiene garantía, un año… con el fabricante.

- No tiene caso discutir con usted…

- Si tiene garantía… un año… con el fabricante.

Y es así como se comportan los inteligentes empleados de algunas tiendas, la verdad me gustaría que fuera sarcasmo pero no lo es por que ni dieron garantía ni devolvieron el dinero.

jueves, 16 de agosto de 2007

Que tiempos aquellos

A mis 22 años de edad comienzo a sentir un poco la nostalgia de aquellos tiempos cuando a niño, el recordar todas las golosinas que a mi parecer eran mejores en esa época, no por que sean productos diferentes, ya que la verdad eran prácticamente los mismos que se consumen hoy en día. Para mi una de las principales diferencias de los dulces de antaño a los de hoy es que eran mas baratos, y además varios hasta eran mas grandes, de momento el único que me viene a la memoria son los choco roles, los cuales en lugar de dos eran tres.

Pero no solo los precios eran mejores, también las promociones, hoy en día me pregunto que ha pasado con todos aquellos productos que ofrecían a sus consumidores la oportunidad de llevarse alguno que otro premio, lo cual me parecía un buen incentivo, incluso en alguna ocasión me llegue a ganar alguno que otro premio, nada ostentoso por supuesto pero me gane algo, y conozco a algunas personas que se ganaron algunos premios mejores que yo.

Ahora al encender la televisión me encuentro con las nuevas promociones, que en la mayoría de los casos consiste en enviar un mensaje por celular para que te envíen cierto código para que puedas bajar alguna porquería de Internet para tu celular.

Claro que el mensaje que se envía no es gratuito así que ahora en lugar de que todas esas compañías que premiaban tu lealtad dándote la oportunidad de ganar alguna que otra chuchearía o inclusive premios más interesantes actualmente parece que quieren aprovecharse de los consumidores lucrando todo lo que sea posible.

Hace un par de meses al comprarme unas galletas me encontré con unas galletas que tenían una de esas nuevas promociones, al principio no le di importancia, y al ver en el interior de ellas pude encontrar que me felicitaban ya que había ganado, pero al leer ese pequeño cupón ganador el cual me daba la fantástica oportunidad de adquirir por solo 10 pesos un espantoso llavero.

Afortunadamente aun hay algunas empresas que recurren a las viejas formas de premia y no de explotar a sus consumidores.

Para finalizar solo diré que dejen de querer que yo les mande un mensaje deberían regalarme un celular por consumir sus productos y que en lugar de darme cupones que se queden con su horrible llavero y me regalen los 10 pesos.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Asalto urinario

En estas vacaciones he viajado un poco mas de lo habitual y de pronto me di cuenta de algo que al detenerme a pensarlo me pareció bastante absurdo, se trata de el hecho de que en todas las centrales de autobuses tengas que pagar por ir al baño.

Me parece ilógico que al estar pagando varios cientos de pesos por un boleto de autobús y contribuir con tu granito de arena a que esa gran industria del transporte se mantenga tan fuerte se te cobre por utilizar el baño, me parece como ir a un restaurante y consumir abundantemente y que aun así me quieran cobrar entrar al baño, ¿Por qué debo pagar por ir al baño si no voy a la central por gusto sino por necesidad?, ¿Por qué tengo que pagar si no es mi culpa tener que estar esperando muchas horas en lo que sale el autobús?, algunos podrán decir respecto a esto ultimo que puedo reservar mis boletos, pero ¿a caso solo los restaurantes que hacen reservaciones permiten utilizar los baños gratuitamente?.

¿Y que sucede en dado caso de que no tenga un peso en la bolsa después de haber comprado mi boleto?, ¿será que piensan que los pobres no orinan?, yo propondría al respecto orinar en cualquier maceta de ornato de las centrales, a no ser que si lo hiciéramos nos llevarían a la cárcel.

Y este no es el único robo del que somos victimas en las centrales, ya que los productos que en ellas se vende son exageradamente caros, al doble o mas son incrementados los precios de los productos. Pagar 14 pesos por una coca-cola de medio litro es un robo, en ocasiones prefiero comprar la de un litro que solo cuesta un par de pesos mas, pero ahí esta el plan con maña, después de terminar tu refresco de un litro seguramente necesitaras ir al baño y ahí es donde tendrás que pagar nuevamente.

Es por eso que a mi gusto las centrales hacen un pequeño gran negocio con la orina.